El síndrome de Cushing denota hipercortisolismo patológico como resultado de una producción excesiva de hormona adrenocorticotrópica (ACTH) o producción suprarrenal autónoma de cortisol. Este trastorno potencialmente letal se asocia con comorbilidades importantes, como hipertensión, diabetes, coagulopatía, enfermedades cardiovasculares, infecciones y fracturas. Como resultado, incluso después de la curación del hipercortisolismo, las tasas de mortalidad pueden aumentar. En caso de sospecha de enfermedad de Cushing se debe realizar al paciente la prueba de detección del síndrome de Cushing recomendando el uso de al menos dos de tres pruebas de detección diferente donde se valorara la excreción de cortisol libre en orina de 24 horas (UFC), niveles de cortisol salival a altas horas de la noche / antes de acostarse (rango normal 1,2 ± 0,1 nmol /L a las 2300 h) y la prueba de supresión con dexametasona durante la noche de 1 mg en donde los valores de cortisol 8 horas después de la administración de este glucocorticoide a las 2300 a 2400 horas normalmente deberían ser <1,8 µg / dL (50 nmol / L).
Bibliografía: Nieman, Lynnette K. "Actualizaciones recientes sobre el diagnóstico y manejo del síndrome de Cushing". Endocrinología y metabolismo[Publicado el 21 de junio de 2018]. En: NCBI [Internet]. [citado 28 de enero de 2021]. Disponible: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6021313/
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